Leyes del periodismo

PRESENTACION
Por Carlos Osvaldo Medina

Nuestro propósito es proporcionar a los comunicadores sociales la estructura legal sobre la que desempeñaran sus funciones. Que se transforme en una herramienta de trabajo que pueda resultar de utilidad en la práctica diaria facilitando una primera orientación sobre el sentido y el alcance de la normas vigentes, con comentarios a temas importantes y ser una base para investigaciones más profundas.

A modo de Introducción

Estamos frente a la era de la información digitalizada, de una sobrecarga de información que hace que de pronto no nos enteremos de nada. El boom, la pantalla roja, la búsqueda de la simplificación del lenguaje, las victimas clónicas y el clic del mouse son la prueba de una crisis sistematizada de la información que es más una crisis de identidad que una crisis económica la cual sólo funciona como una excusa para justificar la reinante censura de la desinformación.

El “infoentrenimiento” donde a una noticia sobre la trata de blancas le sigue el puntaje de bailando por un sueño, no es una actitud inocente, porque las sociedades mal informadas son manipuladazas por los poderes.

La información pasa a ser una mercancía que distribuyen las agencias de una manera uniforme llevada al extremo quitando pluralidad y generando a una cultura de lo superficial y lo instantáneo que provoca la indiferencia de la audiencia por las verdaderas reflexiones sobre la sociedad.

En este marco de gestión que observamos, es posible un periodismo de calidad? Se deberá cambiar el ADN de los periodistas?, para respondernos principalmente debemos partir de que el periodismo no es un hecho aislado en la sociedad. Los medios de comunicación tienen responsabilidad como diseminadores de esos modelos pero también lo sufren por sus consecuencias de precariedad y descrédito que conlleva la pérdida de su influencia social.

Para lo poderes económicos y monopólicos el nuevo momento histórico pasa por poseer y no por ser, el sistema democrático tan costoso de conseguir está dominado por la economía que impulsan a una prensa mercantilista al servicio del grupo económico y se olvide del bien común. Se debe contrarrestar la urgencia de la gobernabilidad porque la urgencia no son los votos sino el bien común .

En este diseño social si bien existen más periodistas con mayor formación  hay menos sentido común, hay más información pero menos comprensión, el informador a sido desplazado por el comunicador, el ciudadano por el consumidor donde hay que comprar, no hay que pensar, todo tiene un precio pero nada tiene valor.

Los periodistas escriben el borrador de la historia, y tienen que saber mirar las desigualdades sociales, el hambre, la marginación porque “ la realidad que se ignora, prepara su venganza” (Ortega y Gasset) y en ese sentido debemos reflejar que aquellos que tienen poco o nada mantienen su coraje, el amor y sus esperanzas para seguir aún cuando el cansancio los acose y se los castigue. La visibilidad de las realidades a los historiadores del futuro debe ser la militancia del nuevo periodismo. Cambiar el criterio de lo noticiable siendo testigo de los hechos y contarlos en primera persona.

Aunque sus principios de veracidad, independencia, ecuanimidad y pluralidad le resulten al poder económico  algo innecesario y hasta peligroso se debe contribuir a una cultura pluralista. Evitando las descalificaciones, los agravios, porque no construyen una vocación por quien piensa diferente evitando los extremismos, sin miedo a ser criticado que genera la autocensura. Anteponiendo lo que nos une antes de lo que nos separa a pesar de nuestra marca genética de la confrontaneidad. Por ello a mayor crisis mejor periodismo como respuesta. 

Hoy no podemos pasar por alto que en cada enfrentamiento, en cada maniobra política hay vidas en juego, en esencia somos todos lo mismo: seres humanos con esperanzas y anhelos de amor –en estos tiempos oscuros vale citar la luminosidad de John Berger que escribió: “ en la guerra la oscuridad no tiene bando, en el amor confirma que estamos juntos”. Es hora de iluminar la realidad.-